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EL CORRO

UBICACIÓN

 

El Corro se ubica en la confluencia de las calles Mornes y Nuestra Señora del Agua, entre la Fábrica de cervezas La Zaragozana y el colegio María Auxiliadora, en el barrio de San José. En realidad es un espacio público sin nombre con características de plaza.

PARTICIPACIÓN

 

Junto a la organización del Festival Asalto se planteó una metodología que establecía dos formas de participación para vecinas y vecinos del Barrio de San José. La primera de las formas era previa al diseño y la segunda durante la ejecución de la obra.

 

Para la primera forma de participación se difundió una encuesta on line a través de la cual se hacían varias preguntas con el objetivo de comprender el lugar de intervención en términos sensoriales, afectivos y de utilidad. Esto aportó las herramientas para diseñar una instalación coherente con el lugar y las personas del barrio, sirviendo el propio proceso como instrumento para reformar las relaciones entre los diferentes agentes.

 

De la encuesta se deducía que el estado actual del lugar se debía al abandono de la administración pública y al uso incívico de la misma por parte de los dueños y dueñas de perros. También se hacía evidente un uso que se había perdido asociado a la entrada y salida de niños y niñas del colegio. Por último, se hacía referencia a la necesidad de renovar la vegetación, mejorar el equipamiento y la limpieza y aportar colorido al lugar.

 

Las necesidades de mejora espacial del lugar superan por mucho lo que se puede hacer en el marco de un festival de arte urbano. Sin embargo, sí que se puede intervenir de forma intencionada para mostrar el potencial del lugar.

 

Así mismo, gracias al proceso participativo las vecinas han tomado conciencia de que el lugar no tenía nombre y han comenzado a organizarse para darle uno de forma oficial.

DISEÑO

 

El punto de partida para el diseño fueron las respuestas de las vecinas a la encuesta realizada, de las que se extrajeron dos ideas clave; el corrillo que se forma a la entrada y salida del colegio y el color.

 

Estas ideas se fundieron con nuestra propia investigación en torno a la composición, el paisaje y la funcionalidad.

 

La ubicación definitiva de la pieza responde a una lectura paisajística del lugar, El Corro rodea el tocón de un árbol talado hace un tiempo; nos recuerda su existencia e importancia en la ciudad. Desde el punto de vista compositivo, el tocón representa un hito orgánico una vez has atravesado la instalación.

 

La composición de la obra responde a varios factores; la funcionalidad de la instalación, de forma que sea transitable y lúdica. Una construcción sencilla que permita hacerla junto a vecinas y vecinos así como hacer el transporte de forma ágil. La composición también garantiza la capacidad autoportante de la obra así como su resistencia. Por último, esta composicíón potencia al máximo la paleta de color elegida.

 

Esta paleta de color está compuesta por cuatro colores; amarillo, rojo, azul y morado. La forma de la pieza y de los elementos hacen de El Corro un dispositivo cromático que muta con los diferentes ángulos de incidencia de la luz del sol a lo largo del día (y del año) y el ángulo de visión de los transeúntes, hacen que los colores se multipliquen.

 

Por su ubicación, forma y colorido, con El Corro se busca aportar un plano lúdico al lugar, tanto para los pequeños como para los adultos, despertando la curiosidad por comprender su funcionamiento, descubrir nuevos colores e interactuar con el dispositivo y a través de él con el entorno.

Gracias a todas la personas que participaron del proceso en especial a :

Adriana Rebollo / Iván Martin / Illana Villen / Teresa Gurrea / Paula García / Paloma Navarro / Miguel Abad / Emma Gemara / Mónica Vazquez / Pilar Álvarez / Ariadna Herrero / María José Valenzuela 

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